Mucha gente escribe y algunos llegan a publicar su libro, pero no es fácil determinar la diferencia entre un escritor profesional o un escritor aficionado. Especialmente, cuando ambos dedican mucho tiempo a escribir y a publicar obras literarias, sea por  simple placer o como trabajo.

Tal vez podríamos decir que el escritor profesional es aquel que se gana la vida escribiendo, que forma parte de su trabajo habitual. Y, en cambio,  el escritor aficionado no es así, aunque pueda también percibir ingresos de sus obras.

Tampoco queda claro que un escritor profesional se pueda ganar la vida dignamente con sus obras.  Y,  por tanto que al final tenga que compaginarlo con otras ocupaciones de profesor, corrector, periodista, etc. Vivir solamente de tus libros está al alcance de pocos escritores.

Vida del escritor profesional
No existe  un título o estudio que acredite la condición de escritor, que es aquel que  produce obras literarias como novelas, cuentos, ensayos, teatro, etc. 

El escritor profesional tendrá que organizarse para producir obras literarias y  cumplir algunas condiciones:

Así, la costumbre de escribir es la clave para poder dedicarse profesionalmente como escritor.  Por ejemplo, el escritor japonés Haruki Murakami  mantiene una rutina estricta que combina escritura con running para poder producir su reconocida obra. 
  
Ser escritor como trabajador
Desde un punto de vistal legal,  el escritor profesional sería  aquel que se dedica a escribir como actividad habitual.  Tiene que estar de alta en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) en el epígrafe que corresponda. También figurar en el régimen de trabajadores autónomos (RETA).  Y tributar por el IRPF por los ingresos que perciba de los libros publicados.

Espero que te haya sido de utilidad el artículo y recuerda que si quieres imprimir tu primer libro gratis  lo consultes  a los amigos de Printcolorweb.